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"Adhuc Stat" y la esencia espiritual del Régimen Escocés Rectificado

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  • Joseph de Maistre (1753-1821)

"Hay fuertes razones para creer que la verdadera masonería no es más que la Ciencia del Hombre por excelencia, es decir, el conocimiento de su origen y su destino".

Partiendo del principio de que el hombre, en el sentido genérico del término, no se ha conservado en el estado que originalmente le era propio, constatación que es preliminarmente humillante, fue necesario establecer, para responder a una situación insoportable, una especie de estrategia de reparación que tuviera la función de permitir el paso de las tinieblas a la luz mediante la práctica constante y metódica de las virtudes cardinales y teologales, de modo que ciertas almas elegidas, para las que se necesitaba una ayuda especial, pudieran progresar hacia un nuevo estado del ser.

Era necesario, pues, que se erigiera una Orden Iniciática de esencia caballeresca, más de una caballería de carácter meramente espiritual, pues estaba destinada a librar una batalla sutil situada en lo invisible, capaz de luchar no para restablecer una Orden material desaparecida a favor de la Historia en el siglo XIV, sino contra los restos de la degradación original, entablando una lucha susceptible de reducir y de abatir a las fuerzas malsanas que han ido envolviendo a los seres en las oscuras mazmorras del dominio de las sombras desde la Caída.

Y es precisamente este objetivo el que convencería a Joseph de Maistre cuando escribió: "Hay fuertes razones para creer que la verdadera masonería es sólo la Ciencia del Hombre por excelencia, es decir, el conocimiento de su origen y su destino".(1)

Una Ciencia cuyo único objetivo es reconstruir al hombre, haciéndole sentir su degradación:

¡Ser degradado!, a pesar de tu primitiva grandeza, ¿quién eres tú delante del Eterno? Adórale desde el polvo y separa cuidadosamente este principio celeste e indestructible de mezclas extrañas; cultiva tu alma inmortal y perfeccionable, y hazla susceptible de ser unida al origen puro del bien, entonces será liberada de los groseros vapores de la materia. Es así que serás libre en medio de la esclavitud, dichoso en el centro mismo de la desgracia, inamovible en el más fuerte de los temporales y podrás morir sin temor” (2)

Volviendo, en la sucesión de grados, con un sentido consumado de la pedagogía en las grandes líneas de la Historia Universal, Jean-Baptiste Willermoz, que observará sobre este punto una gran fidelidad a la enseñanza de Martinès de Pasqually, envolverá toda la perspectiva de su sistema en una sutil y eficaz obra de regeneración, siguiendo casi, paso a paso, las diferentes etapas que vieron a Adán ser desposeído de su estado glorioso y luego expulsado del Edén, para venir a soportar en este mundo tenebroso el dolor de un exilio, mismo que le valdrá como una dolorosa expiación sufrida en primer lugar (por él mismo), pero que todo hombre tendrá la necesidad de aceptar y llevar a cabo para poder colaborar en el lento trabajo de purificación, esto a fin de beneficiarse de la gracia salvífica del Divino Reparador, ofrecida ahora, después del Calvario, libre y gratuitamente a toda criatura deseosa de retornar, por la Fe, al camino que conduce a la inefable comunión con el Eterno.

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A este respecto sabemos, por ejemplo, que la columna rota, presente en el primer grado de Aprendiz Francmasón del Régimen Escocés Rectificado y a la que se adjunta la divisa "Adhuc Stat" - que, como sabemos por los documentos de la Estricta Observancia, simbolizaba originalmente a la Orden del Temple decapitada pero que permaneció sólida en su base, el objetivo de la Orden alemana (la Estricta Observancia) era reconstruir esta columna, es decir, a la Orden del Temple – Jean-Baptiste Willermoz quería darle un significado completamente diferente. (3)

En adelante simbolizaría para él, y desde entonces para el Régimen Escocés Rectificado, la caída del hombre, y (entonces) se convertiría en la imagen del hombre cuya naturaleza había sido dañada por la Caída, y que es necesario trabajar para restaurar, para reconstruir; porque la gran verdad del Régimen Escocés Rectificado, cuyos rituales no cesan de recordarnos, es que el hombre también es un Templo, de acuerdo con las palabras del Apóstol Pablo en su primera Epístola a los Corintios:

"¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" I Corintios III, 16".

Notas

(1) Joseph de Maistre, Memoria al duque de Brunswick, 1782.

(2) Ritual del grado de Aprendiz, Regla masónica, 1802.

(3) Recordemos las severas observaciones de Joseph de Maistre (1753-1821), sobre la leyenda templaria, y el necesario distanciamiento de cualquier nostalgia por ella que (él) propugnaba: "Parece, pues, que todo invita a hacer un divorcio completo con la orden de los templarios. Todos los cambios planificados sólo demuestran aún más la necesidad del mismo. Porque, os pregunto, ¿no es una burla renunciar a los bienes, a la regla, al nombre y hasta al hábito de la orden, y sin embargo persistir en querer ser un Caballero Templario? Si se puede hablar con claridad, es al mismo tiempo pretender ser y no ser. En una palabra, si la masonería es sólo el emblema de los Templarios, (entonces) no es nada, y debemos trabajar en un nuevo plan. Si es más antigua (que la Orden del Temple), es una razón más para que los hombres abandonen las fórmulas vanas y dejen las palabras para las cosas.” (Memorándum al duque de Brunswick, 1782).

*Texto original por: Directorio Nacional Rectificado de Francia - Gran Directorio de las Galias


Régimen Escocés Rectificado. Masonería Cristiana. Convento de las Galias de 1778 y de Wilhelmsbad de 1782.

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