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El hombre-Dios es formado en el seno de María de una triple sustancia (Espíritu puro, Alma pasiva, Cuerpo de materia), pero de una materia pura e incorrupta.

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« El Verbo todopoderoso de Dios, a imagen y esplendor del Padre Eterno desciende de los cielos para venir a incorporarse en el alma humana de Jesús en el casto seno de la bienaventurada Virgen María para ser eternamente una sola y única Persona con dos naturalezas distintas

Es en el momento de su consentimiento que el hombre-Dios se forma corporalmente en el seno virginal de María, de su pura sustancia, de ese puro limo quintaesencia de la tierra virgen de su madre. Él se forma allí y se compone, al igual que los otros hombres que vienen para un tiempo sobre la Tierra, de una triple sustancia, es decir de un espíritu puro, inteligente e inmortal, de un alma pasiva en la vida pasajera, y de un cuerpo de materia, pero de materia pura y no manchada que no procede, como en todos los demás hombres, de la concupiscencia de los sentidos, por el intermedio únicamente del Espíritu Santo, sin la ayuda de ningún hombre, ni de ningún agente físico de la materia.

Es por este prodigo del amor infinito de Dios para su criatura amada y seducida, que ha quedado por su crimen para siempre esclava y víctima del Demonio, que se realizó el inefable e incomprensible misterio de la encarnación divina para la redención de los hombres, por Jesús-Cristo nuestro único Señor y Maestro, que quiso, para garantizar el efecto, reunir en él por una unión indisoluble la naturaleza humana del prevaricador y su propia naturaleza divina.»

(J.-B. Willermoz, Tratado de las Dos Naturalezas, MS 5940 n°5, Biblioteca Municipal de Lyon).


Régimen Escocés Rectificado. Masonería Cristiana. Convento de las Galias de 1778 y de Wilhelmsbad de 1782.

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