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La Disciplina Iniciática del "Abandono" Místico del Alma a la Divinidad

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"Es siempre por la misma Ley que se opera y se operará la santificación de la universalidad de los seres emanados. No será más que por el sacrificio voluntario del libre albedrío, con el más absoluto abandono de la propia voluntad y por la aceptación de este abandono por parte de Dios, que podrá efectuarse la unión indisoluble con Aquel que opera su santificación. Fijemos nuestra mirada en el hombre y consideremos el camino trazado para su rehabilitación y la de su posteridad, y encontraremos un nuevo sujeto para reconocer la inmutabilidad de la Ley divina según la cual se opera la santificación de los seres espirituales...".

La imitación de Jesús-Cristo, aquel con quien debemos conformar y colocar en nuestra vida; [es] una regla que podría designarse fácilmente como un "principio", [y que] debe convertirse en la disciplina sagrada del ser creado, del "menor espiritual" en su ascensión a las regiones celestes, es decir, "desapropiarse" de su voluntad y, mediante el desapego consensuado del tiempo y de la duración temporal, la indiferencia a las condiciones y modalidades de su existencia, alejarse de las circunstancias y de los acontecimientos (manteniendo, en la medida de lo posible, una tranquilidad idéntica en todas las situaciones); disposiciones acompañadas del abandono absoluto de la propia voluntad como sacrificio de expiación, para entrar, entera y plenamente, en la obra de unión indisoluble y absoluta con el Ser eterno e Infinito, "que es el Bien, la Justicia y la Verdad mismas".

La vía iniciática, que es paralelamente una "vía metafísica" de conocimiento ontológico de los misterios de nuestra doble naturaleza, que fue compartida por el Divino Reparador en el momento de su venida a este mundo y durante la duración de su ministerio terrenal, es el camino real de la comunión interior y de la participación, por la contemplación, de los misterios del Divino Infinito.

En varios lugares y en muy numerosas ocasiones en varios de sus textos, Jean-Baptiste Willermoz insiste con fuerza en esta misma ley que ya ha operado y seguirá operando hasta la consumación de los siglos; la santificación liberadora de las criaturas de la generación de Adán, que consiste en el sacrificio y el abandono de su propia voluntad y en la entrega confiada de su espíritu a Dios: "*Es siempre por la misma Ley que se opera y se operará la santificación de la universalidad de los seres emanados. No será más que por el sacrificio voluntario del libre albedrío, con el más absoluto abandono de la propia voluntad y por la aceptación de este abandono por parte de Dios, que podrá efectuarse la unión indisoluble con Aquel que opera su santificación. Fijemos nuestra mirada en el hombre y consideremos el camino trazado para su rehabilitación y la de su posteridad, y encontraremos un nuevo sujeto para reconocer la inmutabilidad de la Ley divina según la cual se opera la santificación de los seres espirituales [1].*** »

**Notas***

[1] J.-B. Willermoz, 6ème Cahier (1795 -1805), assemblé en 1818, Renaissance Traditionnelle, n°80, octobre 1989.

*Esto no es una traducción oficial.

Texto original por:

Le Phénix Renaissant, « La Science de l’Homme», Éclaircissements sur la double nature, n° 5, 2019, pp. 90-91.

https://lephenixrenaissant.dnrf-gddg.org/2020/01/26/la-discipline-initiatique-de-labandon-mystique-de-lame-a-la-divinite/?fbclid=IwAR2NW7osq-A0j-Cdt6OGbB96URd1dBOkQtk6c-UM09wzEbC8KM_XJmGuO4g


Régimen Escocés Rectificado. Masonería Cristiana. Convento de las Galias de 1778 y de Wilhelmsbad de 1782.

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